Tratamientos dermatológicos
para la piel de niños y adultos
Dermatitis atópica, de contacto y urticarias
Dentro de las alergias más comunes que pueden
afectar la piel, se encuentran:
El picor es la característica fundamental de la Dermatitis Atópica. Su intensidad es variable, suele empeorar por la noche y conduce al rascado compulsivo y a la liquenificación (engrosamiento de la piel quedando una superficie áspera y seca). Los principales desencadenantes de este picor son el calor, el sudor, el contacto con irritantes (la lana o solventes lipídicos), el estrés emocional, las infecciones de las vías respiratorias altas y algunos alimentos.
Signos, síntomas y tratamiento
¿Dónde se localiza?
La distribución de la Dermatitis Atópica es característica y varía según se trate de un lactante, un niño o un adulto.
Suele comenzar con un enrojecimiento de las mejillas, y se sigue de pequeñas vesículas, que al secarse forman costras. Estas lesiones pueden progresar hacia la frente, orejas, mentón, cuello y cuero cabelludo. En el cuerpo, se afecta la parte anterior del tórax y las extremidades, mientras que las zonas de pliegues permanecen libres.
De los 2 a los 12 años, quedan afectados fundamentalmente los pliegues de los brazos y piernas. Otras localizaciones frecuentes son las muñecas, los tobillos, el cuello, los pliegues de los glúteos y la cara, sobre todo las zonas cercanas a la boca y los párpados.
La resequedad crónica de manos puede ser la principal manifestación de la dermatitis atópica. Otras localizaciones frecuentes son los párpados y el cuello, donde se deben excluir otras causas de eccema como el contacto. En los casos de dermatitis grave, la manifestación puede consistir en una eritrodermia generalizada (piel roja y descamada).
Tratamiento
En la dermatitis atópica debe individualizarse cada tratamiento, identificar y reducir los efectos causales o exacerbantes. Estos factores son los alérgenos, las infecciones y los irritantes.
Es imprescindible una buena relación entre el médico y el paciente y sus familiares, y conviene explicar las características de la enfermedad y su evolución a brotes. Las bases para el tratamiento de la dermatitis atópica son:
- Evitar la sequedad cutánea
- Controlar el prurito (picazón)
- Inhibir la respuesta inflamatoria (enrojecimiento e hinchazón)
- Los pacientes en los que se haya demostrado la participación de un alimento en la dermatitis atópica, se beneficiarán de su evitación.
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